Para
comprender el origen y la evolución de las instituciones sociales, políticas
y militares en la Roma primitiva, debemos tener presentes los dos períodos
estudiados: *La monarquía latino-sabina (s.
VIII-VII a.C.). Durante esta época Roma no es todavía una ciudad,
sino tan sólo un conjunto de aldeas. *La monarquía etrusca (s.
VII-VI a.C.). Roma aparece constituida como un auténtico núcleo
urbano. 1.
La
época de la monarquía latino-sabina. 1.1.
Organización
social. La
característica principal de la sociedad de este período es el igualitarismo. Los
habitantes de las pequeñas aldeas de la orilla izquierda del Tíber se
agrupan en núcleos familiares a la cabeza de los cuales se halla un
jefe, el pater familias. El
conjunto de familias con un antepasado común (pater) constituye un clan
(gens).
Sus miembros son los patricios,
que se consideran descendientes de los primeros habitantes de Roma. La
gens es un grupo uniforme y cohesionado, que se caracteriza por el
culto a un antepasado común, la obligación de cumplir una serie de
normas heredadas de los antepasados (mos
maiorum) y la propiedad comunal de la tierra. Cada
gens es autónoma, pero se reúne con las otras gentes para tratar
los asuntos relativos a toda la comunidad. El
conjunto de las gentes
constituye el populus,
“pueblo”. 1.2.
Organización política. *La
curia: asamblea del pueblo (comitia
curiata), en la que participan los varones mayores de edad. Se
reúne en un lugar llamado comitium.
Sus funciones son: -aprobar
las propuestas del Senado, -aprobar
la candidatura al trono presentada por el Senado, -investir
al rey electo del poder supremo (imperium). No
tiene capacidad deliberativa: sólo aprueba lo que se le propone. No
existe votación, sino que las propuestas se aprueban por aclamación
(el término suffragium, “voto”, se relaciona etimológicamente con el
sustantivo fragor, “estrépito,
ruido”). *El
Senado: consejo de ancianos
formado, en un principio, por cien patres
familias elegidos por el rey. Las funciones principales del Senado
son: -aconsejar
al rey, -salvaguardar
las costumbres de los antepasados, -hacer
propuestas a los comicios curiados y ratificar lo aprobado, -proponer
candidato al trono y presentarlo a los comicios curiados, -asegurar
el gobierno provisional (“interregno”) a la muerte del rey. En
teoría, carece de cualquier poder; pero, en la práctica, tenía una
gran autoridad. *El
rey: elegido con carácter vitalicio entre los miembros del Senado,
es propuesto por éste a la asamblea de las curias, que le confieren la
autoridad real. Es el jefe político,
militar, judicial y religioso de la comunidad. 1.3.
Organización militar. La
unidad de reclutamiento es la curia.
Cada curia aporta cien soldados de infantería (pedites)
y diez de caballería (equites).
El jefe militar es el rey. La
infantería ataca sin orden de batalla. Son frecuentes los combates
singulares. El armamento no es uniforme. La importancia de la caballería es más
de orden social que militar: la posesión del caballo era símbolo de
distinción. Es, además, la guardia personal del rey. 2.
La
época de la monarquía etrusca. Debido
a su ventajosa situación, pronto llegan a Roma nuevos habitantes de
procedencia diversa (principalmente etruscos). Éstos no forman parte
del populus Romanus y, por
tanto, carecen de derechos políticos. El
incipiente desarrollo comercial comporta una nueva situación económica,
y una consiguiente alteración en la estructura social. Se rompe así el
igualitarismo anterior, apareciendo claras diferencias en el reparto de
la riqueza: la posesión de la tierra comienza a ser monopolizada por
algunas gentes que se erigen en clase dominante. La
desigualdad social vendrá determinada no sólo por el nacimiento (patricios/extranjeros),
sino también por el nivel económico (ricos/pobres). 2.1.
Organización
social. Los
componentes de esta nueva sociedad son: *Los
patricios: descendientes de los primeros habitantes de Roma,
poseedores de la mayor parte de la tierra, ricos y privilegiados, son la
clase dominante. *Los
extranjeros: procedentes de los pueblos vecinos, se establecen en
Roma para prosperar económicamente. Algunos,
carentes de recursos, se vinculan a los patricios como clientes.
La relación de clientela entre patrono y cliente conlleva derechos y
obligaciones por ambas partes: el patrono está obligado a proteger a su
cliente, defenderlo ante la justicia y mantenerlo económicamente; el
cliente debe respeto y obediencia al patrono y pone a su disposición su
vida y sus bienes. Otros
van formando un nuevo grupo social: los plebeyos.
Permanecen fuera de la organización social, política y militar de la
ciudad. Dentro de este grupo, hay que distinguir la plebe rústica (pequeños y medianos campesinos) y la plebe
urbana (artesanos y plebeyos ricos dedicados al comercio). La
desigualdad entre los habitantes de una misma ciudad empieza a molestar
a los plebeyos tanto más cuanto que algunos consiguen equipararse a los
patricios en riqueza. Por ello se emprenden reformas
que permitirán la integración de los nuevos ciudadanos. El
primer paso consistirá en dividir
el territorio en cuatro tribus urbanas y un número indeterminado
(entre 16 y 26) de tribus rústicas, y asignar a cada habitante a una de esas tribus
en función de su domicilio. A
partir de entonces, todos los que poseen una propiedad deben contribuir
con el pago de un tributo a las necesidades de la ciudad. La condición
de ciudadano trae consigo una serie de deberes (participar
en la defensa de la ciudad) y de derechos (participar
en el gobierno de la ciudad). 2.2.
Organización
militar. Desde
este momento, todos los hombres domiciliados en la ciudad, sin distinción
de linaje, están obligados al servicio
militar desde los 17 a los 60 años. Sólo los más jóvenes, iuniores
(de 17 a 46 años), prestan servicio activo; los seniores forman parte de la reserva. El
puesto de los combatientes en la formación de la legión se establece
con arreglo al censo, es decir, a la riqueza de cada cual (determinada
por la posesión de tierras), ya que los ciudadanos debían costearse
las armas y el equipo militar. Se
dividió la población (patricios y plebeyos) en cinco clases,
compuestas por un número determinado de centurias.
Las tres primeras clases constituían la infantería pesada y las dos últimas,
la infantería ligera y los honderos. Por encima de ellas estaban los supra
classem, que conformaban la caballería; y por debajo, los infra
classem (obreros y músicos, sin armas).El sector más
desfavorecido eran los proletarii,
que no prestaban servicio militar, pues no poseían tierras; únicamente
tenían hijos (proles). Se les
denominaba también capite censi,
“censados por cabeza”. 2.3.
Organización
política. Los
ciudadanos reclaman también su derecho al voto. Los
comicios curiados pierden gran parte de sus atribuciones (conservan
sólo prerrogativas como el acto de investidura del rey y algunas otras
relacionadas con el ámbito religioso y jurídico) y son sustituidos por
los nuevos comicios por centurias
o comitia centuriata. Patricios
y plebeyos participan en los comicios centuriados. Pero los votos no eran individuales, sino colectivos (un voto por centuria). Los miembros de cada centuria
decidían el voto en atención a la mayoría resultante tras el recuento
de los votos individuales. Como
los ciudadanos ricos, aún siendo menos en número, constituían más
centurias (98) que el resto de los ciudadanos (95), bastaba que se
pusieran de acuerdo en la votación para que el resultado fuera siempre
favorable a sus intereses. Por ello la capacidad de decisión política
de los plebeyos de “clase media-baja” era, en la práctica, nula. |